fbpx

VOLUNTARIOS PARA HACER FELICES A ANCIANOS Y VIEJOS

Dice el diccionario que el voluntario es la persona que hace cosas por espontánea voluntad y no por obligación o deber; también asegura que es aquel que obra por capricho, sin esperar nada a cambio. Pero quizás, detrás de esta definición exista algo todavía más obvio, el voluntario es alguien capaz de compartir parte de su tiempo libre y su historia con otras personas que, por determinadas circunstancias, se encuentran solas y desvalidas.

Aunque parezca una utopía, los que nos movemos en este tipo de organizaciones como la que presido sabemos que aún quedan personas que quieren ayudar, a quienes compartir les hace ser aún más libres. Por este motivo, desde Fundación Gerón quiero recordar a todos los que un día decidieron ser voluntarios con los más expertos, las personas mayores.

Y es que uno de los pilares de la Fundación Gerón son precisamente estas personas que comparten, que conviven, que respetan, que comprenden al que los años merma, sin que su cabeza se corresponda, a veces, con lo que su cuerpo desea. Ser voluntario está mucho más allá de dar compañía, hacer recados o compartir vivencias y recuerdos; ser voluntario es una opción, una decisión de la propia conciencia y, por supuesto, la mejor manera de combatir la soledad para el que lo recibe y para quien lo ofrece.

Además, no debemos olvidar que el deseo de compartir y ayudar no tiene edad, como el amor. No sería justo reprimir a nadie las ganas de hacer algo por los demás en una sociedad como la que estamos viviendo. Por este motivo, desde nuestra institución, deseamos hacer un llamamiento a esas personas que, aún siendo mayores, les queda tanta vida y tanto tiempo para compartir con los demás mayores que se encuentran en situación de dependencia. Desde aquí, les invitamos a que, una pequeña parte, lo compartan con ancianos que padecen una enfermedad grave, pero curable: la soledad. Esto es lo que la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía ha llamado voluntariado social de mayores con mayores y del que Gerón se hace eco con una gran satisfacción: acercar a personas mayores que, sin conocerse, se necesitaban.

No obstante, los voluntarios de Gerón son mayores, jóvenes, mujeres, hombres, estudiantes, desempleados, amas de casa, jubilados, trabajadores, madres e hijas e, incluso, los que un día pidieron ayuda. Personas anónimas capaces de salir de casa para acompañar a un anciano al hospital, capaces de sustituir una pantalla de cine por un álbum de fotos en sepia, capaces de portar las sillas de los que un día fueron desconocidos y hoy son parte de ellos mismos; en definitiva, personas hechas de un mismo material: la solidaridad. Y, por supuesto, no quiero dejar de recordar que nuestros voluntarios han dado un total de 40.000 horas de bienestar a 500 ancianos andaluces en el año 2007.

Hoy día los mayores disponen de una gran variedad de actividades en los centros de día y magníficos viajes que los han llevado a conocer lugares nunca antes visitados por ellos, pero no menos importante es ayudar a estas personas mayores que necesitan momentos de compañía y amistad, momentos donde una caricia de cariño alivia la soledad.

Sin embargo, no debemos olvidar que los mayores necesitan, a veces, mucho más que una compañía que les alivie su soledad. En la mayoría de los casos, esa ayuda solidaria debe complementarse con la labor de profesionales sanitarios que hagan frente a otras enfermedades que acarrean los años y a las que un voluntario no debe enfrentarse, ya que su labor no se puede considerar como mano de obra barata. Por este motivo, nuestra institución apuesta por un voluntariado organizado y formado, capaz de distinguir cuáles son sus derechos y deberes, dejando a un lado lo que solo puede mejorar un experto.

Y esta cuestión es la que nos ha hecho potenciar el voluntariado en nuestras residencias de mayores donde la situación se recrudece aún más. Es fundamental la labor de los voluntarios en estos centros en los que los ancianos, siempre arropados por el cariño de los profesionales que trabajan allí, se reconfortan con la llegada de aquellos que, simplemente por cariño, les visitan. Es fundamental hacer de las residencias lugares cercanos, abiertos a todo el mundo, a jóvenes y menos jóvenes, a familiares y amigos, a vecinos y visitantes, a todos los que deseen compartir y ofrecer un momento especial.

Durante 13 años las puertas de Gerón han estado abiertas para el que ha pedido ayuda y el que ha querido darla y, como meros intermediarios, hemos disfrutado de esa bella unión. Gracias a todas las personas capaces de dedicar parte de su tiempo libre a nuestros mayores.

Comentarios de Facebook