Reducción de sodio:
Por ejemplo, limite la ingesta de sal (cloruro de sodio) a menos de 2300 mg al día, lo que equivale a aproximadamente una cucharadita de sal.
Lea las etiquetas de los alimentos procesados para identificar el contenido de sodio y elija opciones bajas en sal.
Cocina en casa y utiliza hierbas, especias y limón para dar sabor a tus alimentos en lugar de añadir sal.
Alimentos ricos en potasio:
El potasio contrarresta los efectos del sodio en la presión arterial. Incluye como alimentos plátanos, naranjas, espinacas, batatas, frijoles y aguacates en tu dieta.
Alimentos ricos en calcio y magnesio:
Estos minerales también pueden ayudar a mantener una presión arterial saludable. Incorpora como alimentos lácteos bajos en grasa, almendras, nueces y espinacas en tu dieta.
Dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión):
La dieta DASH es un enfoque dietético específico diseñado para reducir la presión arterial. Se basa en alimentos ricos en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa, y limita la ingesta de sodio.
Reducción de grasas saturadas y grasas trans:
Por ejempli, Limite la ingesta de grasas saturadas y trans, que pueden contribuir a la hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Evita alimentos fritos, procesados y ricos en grasas poco saludables.
Control de las porciones:
Controlar el tamaño de las porciones puede ayudar a mantener un peso corporal saludable, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la presión arterial.
Limitación del alcohol:
Bebe alcohol con moderación, si decide consumirlo. El exceso de alcohol puede aumentar la presión arterial.
Monitorización de la presión arterial:
Por lo tanto, lleva un registro de tu presión arterial regularmente para asegurarte de que esté bajo control.
Consulta a un profesional de la salud:
Trabaja con un médico o dietista registrado para desarrollar un plan de alimentación personalizado que se adapte a tus necesidades específicas.
Recuerde que la dieta es solo una parte del manejo de la hipertensión. Es importante seguir todas las recomendaciones de su profesional de la salud, como tomar medicamentos según lo recetado, hacer ejercicio regularmente y controlar otros factores de riesgo, como el estrés y el tabaquismo.
